Un mundo mucho mejor Lo escribí como venganza por un cuento de Hermann Hesse que me pareció horrible. El monstruo Un día me desperté con la idea en la cabeza: mezcla de mi nono Paolo en la Segunda Guerra Mundial, un recorte periodístico y una cosa que me contó mi hermano Martín. Entonces llovieron payasos En mi adolescencia decía que el día que debutara sexualmente iban a llover payasos. Cuando empecé a escribir el cuento ni siquiera habían garuado. La luna de los hombres-lobo En la calle me crucé con un nene que señaló hacia el cielo y le dijo a su ma: “¡Mirá, ma! ¡La luna de los hombres lobo!”. Era una discreta medialuna gris que me inspiró el cuento en cuestión. ¿Cuándo me detuvo la lluvia? Tomé un bondi para ir a la zona Norte del Gran Bs As. Durante el viaje me parecía que algo andaba mal. Creía estar por zona Sur. Tuve miedo y me puse a escribir. No recuerdo cuándo ni dónde bajé. Colores El primer personaje cuenta un hecho verídico. Las palabras del resto de los protagonistas podría apostar que fueron esas y no otras. Sobre todo las de la paloma. El deseo de un hada ¿Qué hacés los días que te sentís un jodido? Yo invento historias como esta. El asesino volvió una noche Siempre quise escribir algo onda stand-up. También sobre una estrella pop caída en desgracia. ¿Por qué no combinar ambos deseos? Para ver quién sos Tipo enamorado de mina del pronóstico. Al profe de guion le parecía “demasiado europeo” (y eso para él era malo). Al año rescaté el guion y lo transformé en cuento. Después de las perdices ¿Qué pasó luego de que fueron felices y comieron perdices? ¿Eh? ¿Qué pasó?
lunes, 1 de agosto de 2016
Texto de Contratapa (publicado en El mundo amaba a otras personas -Textos Intrusos [2015]-)
Un mundo mucho mejor Lo escribí como venganza por un cuento de Hermann Hesse que me pareció horrible. El monstruo Un día me desperté con la idea en la cabeza: mezcla de mi nono Paolo en la Segunda Guerra Mundial, un recorte periodístico y una cosa que me contó mi hermano Martín. Entonces llovieron payasos En mi adolescencia decía que el día que debutara sexualmente iban a llover payasos. Cuando empecé a escribir el cuento ni siquiera habían garuado. La luna de los hombres-lobo En la calle me crucé con un nene que señaló hacia el cielo y le dijo a su ma: “¡Mirá, ma! ¡La luna de los hombres lobo!”. Era una discreta medialuna gris que me inspiró el cuento en cuestión. ¿Cuándo me detuvo la lluvia? Tomé un bondi para ir a la zona Norte del Gran Bs As. Durante el viaje me parecía que algo andaba mal. Creía estar por zona Sur. Tuve miedo y me puse a escribir. No recuerdo cuándo ni dónde bajé. Colores El primer personaje cuenta un hecho verídico. Las palabras del resto de los protagonistas podría apostar que fueron esas y no otras. Sobre todo las de la paloma. El deseo de un hada ¿Qué hacés los días que te sentís un jodido? Yo invento historias como esta. El asesino volvió una noche Siempre quise escribir algo onda stand-up. También sobre una estrella pop caída en desgracia. ¿Por qué no combinar ambos deseos? Para ver quién sos Tipo enamorado de mina del pronóstico. Al profe de guion le parecía “demasiado europeo” (y eso para él era malo). Al año rescaté el guion y lo transformé en cuento. Después de las perdices ¿Qué pasó luego de que fueron felices y comieron perdices? ¿Eh? ¿Qué pasó?
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