McDonald’s
y Burger King sirven para ir al baño
Hacer
artesanías sirve para no bañarse
Ir a
las ruinas de Macchu Picchu sirve para garchar con hippies
Regar
las plantas sirve para creer que estás salvando al mundo
Contemplar
un atardecer en la playa sirve para que los demás crean que tuviste un año muy
duro
Decir
“ponele onda” sirve para que el otro sea falso y te dé la razón
Madonna
sirve para que los biopolíticamente asignados como “hombres” no se crean gran
cosa
Los
chicles sirven para que los odontólogos se llenen de guita
Los
lentos ochentosos sirven para justificar garches
La
adultez sirve para tratar de cumplirle los sueños al niño que fuiste
Los
bondis de la línea 12 sirven para saber que los bondis de las otras líneas no
tienen por qué tardar
El
perro sirve para que el ser humano se sienta un sorete
El
perfume sirve para disimular una de las cosas más lindas que existe: el olor a
sobaco
Los
carnavales de Rio o Gualeguaychú sirven para tener mucho material para masturbarse
El
color rojo sirve para todo
Fumar
sirve para hacerse el interesante antes de morir de cáncer de pulmón
Las
aceitunas en la pizza sirven para sacarlas y jugar a las bolitas
Las
corbatas sirven para hacer de cuenta que te sale un gran pene flácido del cuello
La
parte derecha del cuerpo sirve para apoyarse y que la parte izquierda haga su
laburo
Los
jefes sirven para saber que lo mejor es ser jefe de uno mismo
Las
salas de espera sirven para leer revistas frívolas sin culpa
Las
cortinas sirven para que tus vecinos no te vean bailar en pelotas
La
música sirve para que no te perturbe el odioso silencio
Las
sirenas, las bocinas, las alarmas, sirven para que no te perturbe el odioso
silencio
Los
colectivos sirven para conocer la ciudad
Las
camas de dos plazas sirven para que los niños salten sobre ellas
City
Lights de Chaplin sirve para saber lo que es emocionarse viendo arte
El
dinero sirve para que la gente muera antes de llegar a vieja
El
cordón de la vereda sirve para atarse los cordones
Las
enciclopedias sirven para poner la notebook más alta y así no encorvar la
espalda
Los
huevos fritos sirven para decir: “bueno, al menos sé hacer huevos fritos”
El
horno sirve para guardar las ollas
Papa
Noel sirve para justificar los regalos pedorros de la Navidad
Los
no videntes sirven para que uno los ayude a cruzar la calle y ahí piense
automáticamente que se borraron todas las cagadas hechas durante el día
Los
pos-it sirven para hacer de cuenta que leíste ese libro
Ricardo
Arjona sirve para levantarle el ánimo al pseudo progre que tuvo una mala noche:
“bueno, pero peor es Arjona”
El
reggaetón sirve para hacerse el guacho musiquín y decir: “en mi época la música
al menos tenía melodía”
Decir
“en mi época” sirve para saber que te convertiste en un viejo choto irrecuperable
Las
líneas de las baldosas sirven para no tocarlas y así llegar a la esquina con un
total acumulado de doscientos cuarenta y cuatro mil ochocientos setenta y siete
puntos
Las
rejas de los parques sirven para saltarlas de noche y seguir cogiendo
Los
jeans sirven para disimular erecciones
El
diario La Nación sirve para poner sus
enormes hojas en el piso y pintar tranqui las paredes
La
ciudad de Buenos Aires sirve para decir: “La culpa de todo la tienen los
porteños”
Estar
sin laburo sirve para laburar más que nunca
Laburar
en Once sirve para conocer el mundo
Que
te digan que “no” sirve para escribir
Escribir
sirve para no matarse, para no matar, para no golpearse ni golpear, para no
pudrirla, para no mentir, para no joder, para no romper las pelotas, los
ovarios, los quinotos… sino con las palabras
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